lunes, 28 de junio de 2021

¿Y cómo matar al amor?



Voy a descuidarlo.

Voy a descuidar mis letras, mis intenciones.


Voy a robar el brillo para oscurecerlo tanto como un abismo.

Para matar al amor...

Reviviré lo indeseado, lo frío, lo cruel y la indiferencia.


Para soltar el amor, llamaré a los que no fueron actos de amor, aquello que hizo que el río se apagara y que el tronco más seco se derramara...


Que el fuego se extinguiera, que la pasión descendiera y los espejos se opacaran.


Para matar al amor...


Tomaré cada vocal pronunciada y la haré tan mía, como yo misma me pertenezco.

Para matar al amor...


Voy a quemar el romance, las promesas casi marchitas y la esperanza de algún día otra vez...


La esperanza que mantiene viva la pequeña chispa.


Para matar al amor...

Voy a sofocar esa esperanza, voy a revivir lo que no debió ser, lo que arrojó al fuego sonrisas de felicidad.


Y para terminar de matar al amor...


Voy a matarnos a nosotros, querido amigo mío.




-Paola Canales Ll.

domingo, 6 de junio de 2021

Pequeña flor

 


Hoy, querida amiga mía, pequeña flor...


Quiero dedicarte algunas letras. 

Hoy se cumplen diecinueve veces, en las que cada vez floreces más...  


Diecinueve veces, querida amiga mía...

Las cuales, desde que floreciste dentro de aquella fosa iluminaste un camino. 


Del medio, hacia el núcleo de la vida misma, haz conectado tantos colores vivos y tantas melodías que traen calma a aquél lugar. 


Querida amiga mía, hoy sé que día a día que corre puedes marchitarte y aún no estoy lista para cuando eso suceda.


Y es que, jamás se está listo para perder aquello que inició ese brillo intenso que coloreo ese lugar, siempre, desde el medio hasta el núcleo. 


Pero querida y muy amada amiga mía, pequeña flor...


Mientras aún estés brillante y floreciendo, disfrutaré cada día, como en estas diecinueve veces...




-Paola Canales Ll.

lunes, 2 de diciembre de 2019

Vacío

Que fatídicas todas las noches
Ellas que recurren insistentes...
Abren de nuevo la página, siempre en un mismo capítulo.

Que fatídico es el silencio que ensordece me obliga a oír de nuevo, aquél eco que canta repetidamente.

Que agonía...
Una mente que se limpia.
Dejando borradores por todas partes, como un cuarto en desastre. Siempre escribiendo nuevas páginas.

Ya hay un vacío.
Y una silueta lejana, entre sueños vívidos. El aroma que desprende, llevado del viento frío de diciembre; llega perceptible.

Permanece, sólo estática, sin hablar, sin mirar, sin vivir.

Que fastidiosas son las noches en calma...

Recurren insistentes a dolores insuperables y a curas absurdas....


-Paola Canales Ll. 




Autora fotografía: Chiara Fersini, "Himitsuhana"

jueves, 28 de noviembre de 2019

Tiempo


Que mortificante...
Cuan enorme es la duda, cuan enorme es el "sin saber"...
El tiempo sigue corriendo en línea recta, no curvea, no retorna, no regala segundos.

Cuan grande es la ola del pasado, más inmensa que la orilla del presente.
Son aguas oscuras, un abismo infinito.

Fueron letras de romance y dedicatorias de miel. Fueron ventizcas de lujuria y caricias de locura...

Me rindo al tiempo, pretendo correr en su línea, sin retornos, sin curvas, sin mendigar segundos. 

Las olas chocan con las rocas salientes de la orilla, acarician violentamente a sus únicas compañeras "eternas"

Fueron palabras cálidas, aliento de amor.
Promesas a medias e intentos de dos.

El tiempo sigue en línea recta, siempre en línea recta.

Fueron ojos insistentes y miradas de rencor...

Las rocas, el tiempo y el agua del ancho mar, un perfecto trío son...

Fueron bocas apasionadas y palabras mal intencionadas.
Fueron desiciones desacertadas y acciones mal planeadas...

Cuan mortificante es el "sin saber"...

Son vientos que aluden; remolinos de nostalgia...
Son dos almas hirvientes, dos caminos cicatrizados...

Dos tiempos encontrados, dos líneas salientes.

Y dos vidas encontradas, dos caminos diferentes...


-Paola Canales Ll.



Autora de fotografía: Chiara Fersini, "Himitsuhana"

martes, 8 de octubre de 2019

No hay fin

Que las primeras líneas sean tuyas.
Que esta página que da inicio a cientos sea para ti.

Esta noche no es tormentosa, es tranquila, pero llena de colores grises, de simplezas.

Hoy las velas se apagaron con un suspiro doliente, con un eco roto.

Cada letra contemplada desde los ojos cristalinos que buscan perfeccionarlas; lucen desteñidas, borrosas...
Casi imperceptibles.

No es una noche tormentosa, pero no hay un cielo estrellado.

Después de vaciar gota tras gota cada palpitar; el mundo se vuelve borroso, opaco y sin vida.

Pero no es un final.

Y no serán las últimas letras para ti en esta, ni en los cientos de paginas que faltan...

-Paola Canales Ll.

domingo, 19 de mayo de 2019

Recuerdo sombrío


Estallas como recuerdo detrás de mis ojos, conseguiste convertirte en un sueño nefasto, frustrado, roto...
Y mientras mis ojos buscan desesperados encontrarte entre tanta confusión; mi mente me trae de vuelta. 

No se puede corromper algo firme y fuerte, pero he sido tan débil, como la raíz de un árbol que ha crecido casi en superficie.

Aún estando despierta puedo verte; resplandeciente y tentador, justo como la mirada que caracterizaba lo más hermoso de tu alma. 

Soporto en mi pecho todas las palabras que jamás pronuncié, encuentro en mis dedos las letras que jamás te dediqué.
Y siento en mis ojos las lágrimas que ni un día más quise derramar.

Es una molestia patética, pues jamás nadie podría tocar algo tan hermoso con intenciones irascibles.

Fue la inocencia de cada palabra mesurada en tu voz.
Y una sonrisa que derrumba.
Esa chispa que encendía una vesania terrible en la mente de lo débil, de lo que se corrompe. 
Aún siento en el alma la ausencia de tu atención, risa y voz.

Algún día mi cuerpo anheló tanto sentir tus manos recorriendo cada bello de mi piel. 
Y así tuvo que desistir.

Siempre algo hermoso, patético y siempre un sueño nefasto...

Paola Canales Ll. 

jueves, 2 de mayo de 2019

Oliva



Es media noche y la estación cuelga del reloj.

Recorro sin aliento la fría estancia, opaca y desatendida.

El chillido de la ventana seguido de una insignificante ventizca frígida me hace estremecer; nostalgia, recelo. 

La sombra del fuego en la chimenea danza en armonía por el viento, mientras acaricio el sillón en el que posó tu figura, en el que se impregnó tu esencia a oliva.

Se sufre un interminable grito de emociones...

El fuego casi se apaga. 

Las luces opacas de la habitación rememoran largas noches de lluvia y caricias.

La estación cuelga del reloj, y yo voy a la deriva...


Paola Canales Ll.

¿Y cómo matar al amor?

Voy a descuidarlo. Voy a descuidar mis letras, mis intenciones. Voy a robar el brillo para oscurecerlo tanto como un abismo. Para matar al ...